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martes, 17 de septiembre de 2019

EL ASOMBRO DE LA SOMBRA I: Intuiciones de un futuro próximo



    ¿Cómo se escapan los presos del sol?. ¿Cómo se drena el corazón humano de vestigios ancestrales? ¿Cómo se convierte la voz en una melodía?. 
    Hay un filtro que deja atrás lo pesado, una ventisca que rejuvenece y se lleva lo que tiene que irse a crecer a otra parte. Es el amor. No hay un por qué, es superior, no hay un para quién, es para todos. No hay un dónde, es en todos lados. Está latente, como tu destino. Está vivo, como tus ojos. Está cerca, como tu palabra. Sin embargo, hay plagas de espirales que tejen tu evolución y vivimos inmersos en ciclos de existencia que ni se nos ocurriría imaginar. Por momentos nos perdemos en lo más profundo de lo mundano. Tocamos fondo, nos recostamos en él, luchamos inútilmente para que no nos guste tanto y nos tiente a quedarnos.  Pero la tentación es nuestra. Él llega para que despeguemos y nos desapeguemos. Todo es un despegue y un despliegue. Cada espiral es un avance. Cada salto es un paso y no hay grandes pasos, todo es progresivamente bello. Este mundo es confuso, la realidad es difusa afuera. Adentro, hay un mar en plena calma y otro con constantes tormentas. Uno es eterno, el otro pasajero. El pasajero nos hace enamorarnos del eterno. Todo lo que llega para no quedarse nos acerca a lo que se quedará para siempre. Siempre estamos más cerca de aquél brillante mar. En el mar con tormentas somos barcos, en el otro somos el mismo mar. ¿Por qué tanto trajín? ¿por qué tanta locura? ¿por qué tanto rebusque? si lo eterno está allí, sin movernos ni un metro. Las preguntas se responderán solas. La naturaleza responde por instinto. Nuestro instinto espiritual lo sabe todo. El dolor existe porque no vamos hacia él.

 Resultado de imagen de tapar el sol con las manos"

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