Oigo tu voz como un eco del olvido
Siento tu tez como una escafandra del recuerdo
Me alterno entre rejas indemnes
¿Sabes qué es lo bello de este momento? Conectar con nuestra raíz. Sentir la ocre y solaz brizna del amor que nos conecta.
Beber del superfluo aroma de la nostalgia
No necesitamos vernos, ni si quiera imaginarnos
Sólo callando nuestra mente podemos fusionar nuestros espíritus de manera espontánea y total
Estamos tejidos por el mismo hilo, que nace en tu pelo y desemboca en mi corazón
Tu luz se percibe aún en pleno día
Y cuando conecta con la mía los astros se sonríen y glorifican a la vida
¡Si tan sólo supiéramos el verdor que cada instante nos regala!
¡Si quisiéramos apenas dar ese paso tan excelso hacia lo que ya nos espera!
Mejor dejar de sembrar dudas, pues en este campo del aprendizaje somos apenas unos brotes ingenuos
¡Con sólo mirar el mar, te oigo!