jueves, 14 de agosto de 2025

SEGUIR, SIEMPRE SEGUIR

En este espacio, circundado por dos puentes, me hallo entre la bruma infinita, y no veo retorno posible.

Es como una noche lumínica que me pide a gritos que siga avanzando, sin importar lo que haya detrás.

Se oyen los gritos imperecederos de los pájaros que han vivido a través de los siglos en este hábitat.

Se oyen los truenos lejanos de tormentas que han pasado, y de otras que vendrán.

Se oye también tu voz, tan pulcra y colosal como siempre.

Y a mí sólo se me pide seguir: no bajar los brazos, ni los ojos cuando camine. Estar alerta pero sin detenerme.

Ser el cauce del río que llevo dentro. Nunca olvidarme de mi propósito.

A pesar de que las tinieblas me cubran por completo, y aunque me hagan caer en la ilusión de la materia, debo seguir dando los pasos.

Aunque con adoquines en los pies, debo seguir. Aunque con cadenas en mis rodillas, debo continuar.

Sólo así el guerrero se fortalece. Sólo así la luz logra aumentar su brillo, a través de los interminables obstáculos.

¡Oh, pobre de aquél que pudiendo no continúe! ¡Mucho más grandes serán sus congojas! ¡Muchas más profundas sus penas!

Sin embargo, aquél que a pesar de los tifones y las tempestades, se abre camino, disfrutará el Edén prometido, el verdadero Cielo en la Tierra.

Será ése el que sea glorificado y bendecido por los místicos caminos del universo. Sera ése el que encontrará el reino de los Cielos. 

Y todo lo será dado. Y todas las puertas le serán abiertas. Y todo se le brindará, porque él antes asumió y entendió lo que significa realmente transitar por esta tierra: el polvo en los zapatos que dejan los senderos transitados, se convierte en cenizas de oro, listas para la creación alquímica.

Ahora que tú ya también lo sabes, no dejes pasar el tiempo, acciona desde la profundidad y sinceridad de tu alma, y ve a todo o nada por aquello que amas, sabiendo que los bloqueos que aparezcan, no serán más que nuevas oportunidades para que utilices y aumentes tu llama divina, tu luz innata, tu corriente de vida.

Sólo se nos pide seguir. Aunque quedemos ciegos. Aunque padezcamos de sordera. Aunque andemos cojos. Sigamos. Porque la fuerza es una cualidad que se genera andando. Porque el gimnasio es la vida. Y porque el Alma vino aquí a vivir esto. 

Dijo mi maestro: Ayer soñé que podía, y hoy puedo.





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