Musa de la nueva era
Sol que me canta y que me espera
Vida que nace del aire
Ritmo que vibra en las copas de los árboles
Hambre que me llena, espacio que me vacía
estrella en las noches, luz del mediodía
umbral que me llama, clamor que me aclama
atuendo que me viste, espejo que me aliviana
¿Qué serían mis días, sin tus brillantes melodías?
¿Y qué de mis silencios, sin la esencia de tus tiempos?
¿Qué del corazón, sin la métrica de tu amor?
¿Y qué de las voces, sin la sutileza de tus roces?
Amiga, perla en cada movimiento escondida
Joya que en los vaivenes del viento transita
Hueco en donde convergen todas las edades
Primogénita de las humanidades
Hoy te doy mi amor y veneración
y te agradezco por tantos momentos de contemplación
Por ser el vehículo de mi espíritu imperecedero
Por ser el único tesoro verdadero