El mundo me contó sus secretos,
yo le escribí poemas
yo lo abracé sin temor
El mundo se acostó sobre mí,
yo intenté no hacer ruido para dejarlo descansar
El mundo sobrevoló sobre mi casa,
yo le ofrecí una pista de aterrizaje
Hoy el mundo está en mí
Y ahora yo soy el mundo
Y así como él hacía,
busco mimar a quienes me encuentro
Los sobrevuelo
Les cuento mis secretos
Me recuesto sobre ellos, para dejarles el aroma de mi esencia
Algunos me acojen,
más la mayoría no
Sin embargo, me necesitan
pero su orgullo es más grande que sus anhelos
El mundo que hoy soy será una galaxia un día
y otro día más adelante será un universo
Pero lo que más importa es lo que es hoy:
una flor abierta en busca de voluntarios del amor
¿Quién hospedará al mundo en su tristeza?
¿Quién lo consolará? ¿Cuántos más le darán vuelta la cara?
Sólo su padre lo sabe;
por ahora no se le permite saber al mundo el por qué de sus desencantos
No es el tema a enfocarse
Debe aprender a andar sin mirar atrás
con la mirada y la atención plena en la confianza en la vida, quien lo engendró
Ya soltó todo lo que no era
sólo le queda andar hacia adelante
solo (o con la creencia de que está solo)
o acompañado
El mundo debe entender
que de él depende que todo lo demás exista
Y si él muere, todo morirá
pero si él vive, si renace de sus tinieblas
Todas las plantas rebrotarán
y los sueños dormidos despertarán
Y será él la fuente de todo nuevo sol
y el sol de toda nueva vida
Y tú... ¿le abrirás las puertas de tu corazón a las genuinas propuestas del mundo,
o, por el contrario, te pondrás los auriculares de la indiferencia para seguir por tu artificial camino hacia la nada?
Tú sabrás