Cuando las estrellas explotan, renazco en tu mirada. Y dejo que me bailes por mis cántaros más íntimos, que hoy ya no son tímidos y se dejan mimar.
Hablo a todos y no a alguien en especial. Una cuarentena nos puso a vigilar nuestro adentro como nunca antes, entonces decidí que abriría paso al bosque de la eternidad que me compone. Preparé todos mis objetos, para incinerarlos junto con los miedos, y lanzarlos al pozo destellado del olvido. Así que mi corazón comenzó a salir a flote, y a des-cubrir su verdad, que también es la tuya. No hay nadie como vos, para saber quién sos, para animarse a ir hasta lo más profundo y tocar las paredes de lo más mundano. Somos seres intangibles, abrazos indómitos, galaxias itinerantes, sueños en espiral cumpliendo su destino de vibrar, sin más. Y sale de mi la enorme necesidad, de incluirte entre los pilares de mi vida, y decirte si estás leyendo esto, que somos tan iguales como nuestros hermanos los animales, y las plantas que nos alimentan. Somos en verdad las notas de una misma melodía, revestidos de una forma necesaria para vivir esta experiencia. No se trata de convencer, se trata de ser. Podemos permitirnos que el agua de la vida nos deje crecer desde la fuente y hasta el final de los tiempos.
Ahora cerré los ojos, y todo lo que voy a escribir viene directo, sin filtro. Me encerré tanto que perdí la noción del otro, del tiempo y del espacio. Creí que todo era eso que tenía allí mismo enfrente, y no percibí las luces que me rodeaban como ámbares angélicos constantemente. Siempre oí igualmente aquella música que buscaba mi despertar, y el tuyo claro. Porque te repito, no somos dos cosas diferentes. Ahora experimentamos la separación porque nos hemos olvidado de esta nuestra esencia, y esta época en el mundo es la mejor para hacerlo. Todo todo lo que sucede tiene un sentido profundo. Tanto en tu vida como en la mía, como el del que tenés al lado. También a la tierra. La tierra es un ser que está teniendo su plan de vida también, y hoy se está renovando, y cada uno de nosotros y nosotras somos una célula de aquél gran ser.
Hay que recordarle esto a la mente todos los días, no somos diferentes! Por más que no podamos entender el por qué de las injusticias de este mundo, hay una razón por la cual suceden. Y SIEMPRE hay algo que podemos hacer. Los pensamientos son una herramienta muy fuerte que cambian la realidad. También las palabras, las vibraciones que tienen sus sonidos son mágicas y responden a la energía que las emanó, así que cuidémoslas. Y claro, también las acciones.
No quiero detenerme, solo me detengo cuando mi mente interviene, porque sino fluyo como agua, y soy solo lo que soy, un color mas en el matiz de la vida.. más que un color somos la paleta donde todas las tonalidades juegan como niños del horizonte, como amos del amor, como sueños del agite de algún universo que se está gestando. Y esto va más allá de vos y yo, o de él y ella, o de elle o el lenguaje que quieras usar, me da igual, las palabras se quedan cortas, no sirven para expresar lo más prístino, lo que somos. Por eso es que esto es como un borrador donde viajan en un tobogán las memorias de siglos tal vez, que se resumen en una noche de inspiración, motivada por otros grandes seres cuya misión es disipar la niebla que es el miedo. Y me arrojo, me quito los ojos físicos, entro directo en las melodías de alguna civilización incontenida, incomprendida pero comprensible.
Escucho lentos los pasos de tu alma, que es la mía. Te veo en los otros seres, te veo bailar sobre las cuerdas de una guitarra del tamaño del sol. Te veo libre y capaz, veo eso y .. ¿será que es la nueva humanidad? son sólo letras, pero pueden contener las semillas de grandes verdades que nacerán como águilas de un cielo magistral.
Desciendo sobre los surcos que hacen las sonrisas de los niños, y veo que la pureza es innata, que se puede tapar la luz pero no eliminar, que el canto libera junto con el amor todos los dones de los que estamos hechos.
Y si este fuera el fin, encerraría a todos en un círculo, para levantarnos juntos en la nueva tierra, rodeada de cataratas de amor.
Aún no es el fin de este escrito, si bien se me cortó la música y la inspiración que venía dio un vuelco. Hoy reverbera todo aquello que sembraste, todo aquello que eres. Hoy habla esta danza.
Y ahora sí.
Continuará.
Hablo a todos y no a alguien en especial. Una cuarentena nos puso a vigilar nuestro adentro como nunca antes, entonces decidí que abriría paso al bosque de la eternidad que me compone. Preparé todos mis objetos, para incinerarlos junto con los miedos, y lanzarlos al pozo destellado del olvido. Así que mi corazón comenzó a salir a flote, y a des-cubrir su verdad, que también es la tuya. No hay nadie como vos, para saber quién sos, para animarse a ir hasta lo más profundo y tocar las paredes de lo más mundano. Somos seres intangibles, abrazos indómitos, galaxias itinerantes, sueños en espiral cumpliendo su destino de vibrar, sin más. Y sale de mi la enorme necesidad, de incluirte entre los pilares de mi vida, y decirte si estás leyendo esto, que somos tan iguales como nuestros hermanos los animales, y las plantas que nos alimentan. Somos en verdad las notas de una misma melodía, revestidos de una forma necesaria para vivir esta experiencia. No se trata de convencer, se trata de ser. Podemos permitirnos que el agua de la vida nos deje crecer desde la fuente y hasta el final de los tiempos.
Ahora cerré los ojos, y todo lo que voy a escribir viene directo, sin filtro. Me encerré tanto que perdí la noción del otro, del tiempo y del espacio. Creí que todo era eso que tenía allí mismo enfrente, y no percibí las luces que me rodeaban como ámbares angélicos constantemente. Siempre oí igualmente aquella música que buscaba mi despertar, y el tuyo claro. Porque te repito, no somos dos cosas diferentes. Ahora experimentamos la separación porque nos hemos olvidado de esta nuestra esencia, y esta época en el mundo es la mejor para hacerlo. Todo todo lo que sucede tiene un sentido profundo. Tanto en tu vida como en la mía, como el del que tenés al lado. También a la tierra. La tierra es un ser que está teniendo su plan de vida también, y hoy se está renovando, y cada uno de nosotros y nosotras somos una célula de aquél gran ser.
Hay que recordarle esto a la mente todos los días, no somos diferentes! Por más que no podamos entender el por qué de las injusticias de este mundo, hay una razón por la cual suceden. Y SIEMPRE hay algo que podemos hacer. Los pensamientos son una herramienta muy fuerte que cambian la realidad. También las palabras, las vibraciones que tienen sus sonidos son mágicas y responden a la energía que las emanó, así que cuidémoslas. Y claro, también las acciones.
No quiero detenerme, solo me detengo cuando mi mente interviene, porque sino fluyo como agua, y soy solo lo que soy, un color mas en el matiz de la vida.. más que un color somos la paleta donde todas las tonalidades juegan como niños del horizonte, como amos del amor, como sueños del agite de algún universo que se está gestando. Y esto va más allá de vos y yo, o de él y ella, o de elle o el lenguaje que quieras usar, me da igual, las palabras se quedan cortas, no sirven para expresar lo más prístino, lo que somos. Por eso es que esto es como un borrador donde viajan en un tobogán las memorias de siglos tal vez, que se resumen en una noche de inspiración, motivada por otros grandes seres cuya misión es disipar la niebla que es el miedo. Y me arrojo, me quito los ojos físicos, entro directo en las melodías de alguna civilización incontenida, incomprendida pero comprensible.
Escucho lentos los pasos de tu alma, que es la mía. Te veo en los otros seres, te veo bailar sobre las cuerdas de una guitarra del tamaño del sol. Te veo libre y capaz, veo eso y .. ¿será que es la nueva humanidad? son sólo letras, pero pueden contener las semillas de grandes verdades que nacerán como águilas de un cielo magistral.
Desciendo sobre los surcos que hacen las sonrisas de los niños, y veo que la pureza es innata, que se puede tapar la luz pero no eliminar, que el canto libera junto con el amor todos los dones de los que estamos hechos.
Y si este fuera el fin, encerraría a todos en un círculo, para levantarnos juntos en la nueva tierra, rodeada de cataratas de amor.
Aún no es el fin de este escrito, si bien se me cortó la música y la inspiración que venía dio un vuelco. Hoy reverbera todo aquello que sembraste, todo aquello que eres. Hoy habla esta danza.
Y ahora sí.
Continuará.
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